Así empezó todo...solo que el nombre era diferente.
Antes,mucho antes del diagnostico de Natalia,en los dias que yo sospechaba algo,que pensaba que Natalia tenía autismo pero todavía no era seguro,ni habiamos pasado todavía por el Cdiap...ni tan siquiera Santi creia lo que yo le decía de que algo horrible le pasaba a nuestra pequeña...cuando todo el mundo me decía que yo era muy hipocondriaca,que mi niña era muy pequeña todavía,que ya hablaría,que su soledad era introversión,que mis miedos eran sin motivo,que era una niña timida y que no me preocupara...cuando los demas me decían que estaba bien y en pocas palabras "que yo veia cosas en mi hija que en realidad no existían"...antes de que el autismo llegara a nuestra vida oficialmente,yo navegaba por internet buscando respuestas a mis miedos,algo que me dijera que le pasaba a mi hija,sin importarme que los demás me dijeran que estaba loca...loca o no,a mi hija le ocurría algo,me la estaban robando y yo no lo iba a permitir...que me llamaran hipocondriaca me importaba un bledo,yo solo quería detener a la sombra oscura que se estaba apoderando de mi princesita...entonces aterricé en un lugar donde encontré a Maria.
Con ella hablé de mis miedos y ella confió en mi y en mi instinto de madre,me contó su historia y escuchó la mia.Con ella compartí el diagnostico definitivo de autismo...ella,que convivía con el autismo desde hacia ya un tiempo,me habló de él,me dijo que no le temiera,que yo por el amor de mi hija,sería capaz de enfrentarme a él y de luchar...que llegaría el dia en el que nos encontrariamos mi hija y yo en el mismo punto y...ella era mi confidente,mi amiga internauta,la que me contó las primeras informaciones sobre autismo que llegaron a mi,la primera persona que me habló de terapias y de como ayudar a mi pequeña...ella fue la primera "mamá especial" que se cruzó en mi camino.Pero al poco de recibir el diagnostico de Natalia,mi mente y mi corazón se centró en mi hija y me alejé de aquel lugar donde había encontrado a María...me alejé buscando más respuestas,me alejé porqué necesitaba más información,necesitaba más respuestas y...bueno,María sabe porqué tuve que alejarme...lo triste és que perdimos el contacto y volver a recuperarlo era muy dificil,solo conociamos nuestros pseudónimos y nada más.
Pero María un dia entró en "La princesa de las alas rosas" y leyendo la historia de mi princesa,se dió cuenta de que aquella historia le era conocida...ella compartió con su mamá (conmigo) aquellos comienzos,ella los había vivido antes...la historia de Natalia le resultaba tan familiar...fué atando cabos...tantas similitudes...podía ser la misma niña?la misma mamá que luchaba por su pequeña?
Y sí,sin dudarlo se puso en contacto con ella...y me hizo llorar al leer aquel emotivo email que me hizo llegar.
María,la que vivió mis primeros indicios de que que algo no iba bien en Natalia,la que consoló las primeras lagrimas que el autismo me hizo verter,la que me dio la mano mientras todo el mundo me decía que no me preocupara,que no pasaba nada...Maria,la que con solo un nombre y nada más,ha vuelto a mi vida y yo me alegro inmensamente de haber recuperado a la primera amiga a la que el autismo me ha unido.
Gracias,María,por aparecer en mi vida y bienvenida a "La princesa de las alas rosas",estás en tu casa,te echaba de menos.
Cristina, me has hecho llorar con este relato, con tu historia.
ResponderEliminarPara mi en este camino, han sido muy importantes todas las "Marias" que yo he encontrado aqui y a mi alrededor, madres valientes, inteligentes, trabajadoras, con mucho amor y viviendo la misma situacion que yo.
Todas ustedes han sido parte importante en mi proceso de aceptacion del diagnostico de Nicolas y sobre todo en sentirme tan bien y tan feliz como me siento ahora.
Gracias a todas ustedes, a ti Cristina, y a todas las mujeres maravillosas que he encontrado en este camino, las quiero de verdad.
Georgina.
Cristina:
ResponderEliminarLeyendote he tenido los mismo sentimientos que Georgina, actualmente tengo algunas "Marias" en mi vida, algunas las conozco personalmente y otras solo virtualmente, pero todas han llegado a ser amigas invalorables que han hecho este camino más liviano y más fácil de sobrellevar.
Un beso grande, sin lugar a duda una entrada muy emotiva.
Cariños,
Rosio
Hola Cristina.
ResponderEliminarNo me queda más que felicitarte y decirte que te admiro por la fuerza y la valentía con la que sobrellevas el problema de tu niña. Te mando un gran beso a ti y a esa hermosa princesita que es Natalia.
P.D:
Gracias por pasar por mi blog y haber aceptado mi pequeño presente. Por razones de tiempo no pude avisarles a todos, y también por ese motivo es que no dejo casi comentarios en los blogs amigos, pero trato de estar siempre presente y de brindar mi apoyo en la medida que pueda.
Te mando un abrazo muy fuerte.
Qué preciosidad de entrada y qué fuerza de sentimientos.
ResponderEliminarMe alegra enormemente el reencuentro, por las dos.
- estoy parca en palabras ;)
Tengo poco tiempo de pasarme por los blogs, pero al leerte siento lo mismo. Muchas madres somos las que hemos encontrado en internet, y en personas que eran anónimas, unos apoyos incomparables... puede parecer tonto, seguro que habrá quien lea esto y no se lo crea. Maite se pasó meses viendo los videos de Averedufer, y yo leyendo su blog, y no sabíamos que una era la otra y la otra la una... y asi con tanta gente que encontramos en foros, en páginas, en blogs... Y luego la familia bloggera o forera llega a aumentar tanto que no se puede seguir todos los casos o atender a todas las personas con la misma igualdad, porque no daría la vida para ello, pero siempre mantienes un fuerte contacto con algunas personas, con las que por alguna razón tienen gran importancia en esa fase de la incertidumbre y la sospecha del diagnóstico. La soledad y la angustia se hace menor cuando ves que otras madres han pasado lo mismo y comprenden tus miedos, y no sólo eso, sino que tienen respuestas!!! Esta entrada es todo corazón. La comparto, por todas las Marías que han estado y siguen estando en esta familia virtual.
ResponderEliminarPor tantas horas compartidas a través de una pantalla, tantas experiencias y tantos materiales. Por tantas cosas: gracias.