Del nacimiento a los 18 meses de vida
Los primeros síntomas del autismo suelen ser poco claros.
Muchas veces, se observa en un principio una gran pasividad del niño/a con tendencia a permanecer ajeno al medio, siendo poco sensible a las personas y a las cosas que hay a su alrededor. En otras ocasiones, el niño o la niña autista, llora sin razón aparente y se muestra muy excitado.
Los padres comienzan a tener un temor con sus hijos, ya que piensan que pueden ser sordos, debido a su falta de interés por las personas y la lengua. La sordera aparente, va acompañada de otros síntomas como movimientos no deseados (por ejemplo; balanceándose una y otra vez).
Casi siempre los primeros síntomas, se acompañan de otras alteraciones muy perturbadoras para las personas que rodean al niño autista, como problemas de alimentación, falta de sueño, miedo a las personas, tendencia a evitar o permanecer indiferente ante los abrazos y mimos, etc.
Desde muy pronto, el niño o la niña autista muestran una gran resistencia a los cambios de ambientes y rutinas habituales, reaccionando a ellos con fuertes rabietas y tratando de evitar cualquier clase de cambios. Este es el síntoma más característico junto al aislamiento, la evitación de las personas o indiferencia hacia ellas.
La comunicación intencionada de los niños autistas, a través de gestos y vocalizaciones se ve muy perturbada. La falta de sonrisa social, la mirada a las personas, los gestos y las vocalizaciones comunicativas, es la característica más evidente de éstos niños y niñas.
En resumen, los niños y niñas autistas del nacimiento a los 18 meses presentan las siguientes características:
- Llanto constante o ausencia de llanto.
- Problemas de alimentación y/o sueño.
- Falta de desarrollo de las pautas de comunicación anteriores al lenguaje.
- Apatía y desinterés por las personas y los abrazos o mimos.
- Movimientos repetitivos de balanceo, estereotipias de mano… etc.
- Sordera aparente.
- No se interesa por el medio que le rodea.
- Los juegos les resultan indiferentes.
De los 18 meses a los 4-5 años.
En esta etapa de desarrollo del lenguaje, el niño se muestra aún más claramente aislado, excitado, encerrado en su mundo y rutinas, apenas juega, está incomunicado y no desarrolla el lenguaje o bien adquiere el lenguaje muy perturbado.
Los niños y niñas autistas en estas edades, no parece interesarse por el lenguaje de los demás y muy frecuentemente, no comprende más que órdenes muy simples y rutinas muy repetidas.
El periodo que va entre los 18 meses y los 4 o 5 años es muy importante para el niño normal; ya que se desarrolla su lenguaje, se integra activamente en el ámbito social de la familia y la escuela, asegura sus
recursos afectivos y emocionales, adquiere conceptos y progresa en sus habilidades de pensamiento,
memoria, etc. Sin embargo, esta etapa para los niños y niñas autistas suele ser la etapa más difícil.
En esta etapa las estereotipas, las dificultades de sueño y alimentación, rabietas y resistencia a cambios de rutinas y ansiedad inexplicables pueden aumentar.
El niño y la niña autista, puede permanecer largar horas ajenas a las personas y a otros estímulos del medio, realizando las mismas rutinas. Pueden mostrar claras dificultades para aprender a través de la imitación y la observación de la conducta de los demás.
En ocasiones, algunos niños y niñas autistas, permanecen varias horas mirándose las manos, balanceándose, poniendo los dedos o manos en situaciones extrañas y pueden auto agredirse.
Cuando el niño autista tiene una edad comprendida entre los 2 y los 5 años, suelen ser cuando la familia suele encontrar alguna ayuda profesional, después de muchas consultas a diversos especialistas.
En resumen, los niños y niñas autistas entre los 18 meses a los 4 ó 5 años, suelen presentan las siguientes características:
- - Excitación, ansiedad difícilmente controlable.
- - Resistencia a distintas clases de cambios.
- - Escaso desarrollo de respuestas de autonomía en el control de esfínteres, a la hora de vestirse,…etc.
- - Falta de imitación, simbolización y juego.
- - Dificultades de relación.
- - Alteraciones del lenguaje o falta de éste.
- - Movimientos repetitivos (estereotipias) con las manos, cabeza, cuerpo, etc.
- - Frecuentemente se presentan auto-agresiones.
- - Dificultades en las relaciones.
Después de los 4-5 años.
En general, la adolescencia adecuada del niño, las sesiones individualizadas de tratamiento y la ayuda psicológica y médica, contribuyen a que la evolución sea positiva entre los 5 años y la adolescencia.
En esta etapa se suele disminuir la excitación del niño y niña y sus rabietas, estereotipias y autoagresiones.
El niño o niña autista adquiere algunas o muchas habilidades intelectuales y de autonomía y lenguaje, en algunos casos. Se hacen menores sus dificultades de comunicación.
En esta etapa, la evolución suele ser muy positiva en algunos niños y niñas autistas y negativos en otros niños y niñas.
En resumen, los niños y niñas autistas después de los 4-5 años, suelen presentan las siguientes características:
- - Dificultad o imposibilidad de manejar símbolos.
- - Persistencia en las alteraciones del lenguaje.
- - Tendencia al aislamiento y dificultades importantes de relación.
- - No se visten solos.
- - No se relación con los demás compañeros en la escuela.
- - Prefieren jugar solos.
- - No presentan experiencias ni vivencias propias.
- - El lenguaje es defectuoso.
- - Presentan ataques violentos, agresiones y sin provocación alguna