Hola a todos y todas, bienvenidas/os a mi historia...o mejor dicho,la historia de Natalia...

lunes, 13 de diciembre de 2021

TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD... O EL CAOS DE UNA VIDA YA VIVIDA.



Cuando recibí el diagnóstico de autismo de Natalia, mi vida y mi mundo se desmoronó, todo lo que hasta entonces pensaba, sentía y creía saber sobre maternidad, dejó de tener sentido y tuve que reiniciar todo y cuando digo todo, es todo, a la nueva vida que se anteponía en mi/nuestro camino.
Si habéis seguido mi blog o conocéis nuestra historia, porque nos conocéis en persona o por redes sociales o porque somos conocidas de conocidos vuestros, ya sabéis entonces lo que hemos vivido a lo largo de éstos años, relacionado con el TEA... sí, hay mucho más de lo que aquí escrito está, o hablamos o contamos, desde luego y mucho más ahora que dejé de actualizar el blog, pero prometo poneros al día, aunque sea poco a poco, porque estoy segura que nuestra experiencia, va a ser muy enriquecedora para los que comenzáis el camino, para los que os dedicáis profesionalmente a algo relacionado con autismo e incluso a nuestros conocidos, amigos y familiares, que queráis o sintáis, que Natalia forma parte de vuestro corazón y que sí, podéis ayudarla a tener una vida mejor, menos dura y con menos barreras, si eso es posible todavía. Quiero creer que sí.

Pero vamos a lo que vengo hoy a contaros.
A compartir con vosotros como una mujer de 44 años, recibe un diagnóstico de TLP (Trastorno límite de la personalidad) y debe de nuevo, aprender a vivir, sin saber explicar cómo se siente por dentro y ni siquiera, si es normal lo que está sintiendo.
Voy a intentarlo, por intentarlo que no quede.
Por una parte, recibir un diagnóstico así, pone tu vida del revés, no comprendes nada y sobre todo al principio, piensas que ha sido un error, que se han equivocado... " bueno, soy rarita, pero para tener un trastorno así?"... te dices, ingenuamente delante del espejo, aunque por las noches, antes de dormirte, tú sabes que no hay ningún error y lloras y lloras y lloras. No sabes bien si por miedo o por vergüenza, si por tristeza o por asombro. Lloras y lloras, todos los dias y sobre todo, todas las noches.
Por otra parte, empiezas a comprender, a entender a esa chica de 15, 20 y 25 años, que siempre veía el mundo de una manera que sin saber bien porqué, nadie veía cómo ella, nadie parecía ver o entender las cosas de la vida, como lo hacía ella. Empiezas a entender a esa mujer de 30, 40 años, casada y ya con hijos, que tiene una necesidad imperiosa de ser protegida, cómo si un enemigo invisible, la estuviera amenazando a sus espaldas... esa mujer que puede pasar horas charlando y de risa con algunas personas, super extrovertida, divertida y amiga de todos,  pero que con otras personas, sin saber porqué, se retrae, no le salen las palabras, tartamudea y le falta el aire solo porque en su cabeza, alguien le dice que quien tiene delante no es de fiar, la mira mas de la cuenta o todo lo contrario, no la atiende como debería o sus gestos no concuerdan con sus palabras. Da igual. En el fondo sabes que a esa persona no le pasa nada, que a la que le pasa es a ti, que sin razón aparente, no quieres tener esa conversación, no sabes como empezarla o terminarla o tu mente en esos momentos piensa en otras cosas y tú no tienes herramientas para frenarla y centrarla. Sois dos, tú y tu mente... y vais por libre.
Empiezas a entender a esa mujer que si alguien le dice algo hiriente o que simplemente le molesta, se enoja como si la vida le fuera en ello, con una intensidad de ira, que le quema por dentro. Una mujer que o bien, reaccionará defendiéndose con pasión fuera de lo común ( a ella misma o a los suyos) o bien su cerebro desconectará de la persona o situación, ignorando el hecho como si nunca hubiera ocurrido ( para no sentir dolor) o bien ignorando a la persona, hasta sacarla de su vida ( para evitar volver a ser dañada). Pero eso no es lo grave, lo grave es cuando al recibir el diagnóstico, recuerdas todas esas veces en las que te has castigado tú misma, psicológicamente (torturándote diciéndote lo ingenua que has sido, torpe, inútil y más, por dejar que otra persona te dañe) y físicamente para evitar sentir el dolor emocional que eso te provoca.
Sí, ésta parte es la mas dura de compartir, de comprender y de asimilar. Las autolesiones.
Las personas con TLP, no nos autolesionamos (cortes, quemaduras, arañazos, golpes, incluso provocándonos trastornos alimentarios u otro tipo de daños físicos mayoritariamente) para llamar la atención, es mas, casi todos lo llevamos durante años en secreto o lo hacemos en partes del cuerpo que difícilmente otra persona pueda ver o identificar como una autolesión.
Como nuestro trastorno bien nos define, somos "límites", es decir, que todas y cada una de nuestras emociones, las vivimos y las sentimos al extremo. TODAS. La rabia, la tristeza, el dolor, el miedo, el amor... y algunas duelen y mucho. Nos autolesionamos, para no sentir ese dolor tan intenso que las emociones nos causan, aunque no podáis entenderlo. El dolor físico es mas fácil de llevar.
Podemos, también, estar felices por cualquier razón y expresar esa felicidad con tanta efusividad, que no comprendemos como los demás no comparten esa alegría con nosotros, como no pueden reír y estar felices como lo estamos nosotros, porque nada, en esos momentos, es mas importante que lo que estamos sintiendo.
Y no, no somos egoístas. Somos personas que tenemos dificultades y muchas, para controlar nuestras emociones, por dos factores:

1. Porque nuestras emociones son intensas, nos atrapan y nos poseen, nos quema la piel con ellas, nos duele la barriga, nos quitan la respiración, nos nublan la mente, nos roban las palabras o nos sueltan la lengua más de la cuenta. Nuestras emociones, tienen sintomatología física, no solo las sentimos, las podemos tocar, bailar o pelearnos con ellas.

2.Porque son rápidas. Fluctúan en el tiempo, pero no como otros trastornos en los que pasas épocas deprimido, triste y luego otras épocas (que pueden durar semanas o meses) más felices o eufóricos, no. Fluctúan en periodos de tiempo cortos, de 24, 48 horas. Y ni sabemos manejarlas, porque durante nuestra infancia y adolescencia nadie nos dio herramientas para hacerlo, pues los síntomas suelen pasar desapercibidos con la rebeldía típica de la misma pubertad y adolescencia, ni tampoco aunque quisiéramos, podríamos, por la intensidad con que las vivimos.

Y sí, con medicación y terapia, mejoramos, mucho. Pero siempre estaremos al límite de una recaída y siempre dependeremos, de un entorno comprensivo y tolerante.

Pues a esa a la que le pasan todas esas cosas, es a la que hoy tengo que enfrentarme, reconocer que soy yo y aceptarme. Aceptarme yo la primera, muerta de miedo y de tristeza, por haber vivido una vida, en la que no entendía nada, en la que el mundo se me quedaba grande y en la que pasaba del odio al amor en segundos, de la felicidad al terror más absoluto en minutos y lo peor...sin saber porqué.

Ahora, de todo lo vivido, solo me queda una cosa por hacer, antes de comenzar de nuevo a vivir, tras aceptar mi diagnóstico. Y es ordenar, ordenar, ordenar y ordenar... una vida ya vivida, en la que no sé si soy la protagonista, un personaje secundario o una simple espectadora y que además, no sabe si le gusta lo que ve o siente.


martes, 4 de mayo de 2021

PAZ... EXISTE? O ES SOLO UNA PALABRA MÁS DEL VOCABULARIO.



PAZ... un bien escaso para las personas con TLP, ahora que empiezo a conocerme y entenderme mejor. Como todo el mundo, pensareis mucho. Y no, os lo aseguro.
Llevo muchos meses en terapia y precisamente eso es una de las cosas que estamos trabajando : entender que la intensidad con que vivo mis emociones, la impulsividad de muchos de mis actos, el daño que yo misma me infrinjo muchas veces, tanto físico (sí, las autolisis forman parte del trastorno) como autojuzgarme y autocriticarme exigiendome un nivel de cosas imposibles y que otras personas ni se les pasa por la cabeza, hacer interpretaciones magnificadas y a veces irreales en conversaciones con otras personas, haciendo que mi mente vaya mas deprisa (sí, ése es otro de los problemas del trastorno) que las palabras de mi interlocutor obligándome inconscientemente e involuntariamente a hacer diagnosticos de situaciones que tal vez, no son exactamente como han ocurrido pero que en mi cabeza no puedo distinguir ni identificar de otra manera que como la he vivido yo.
A esto, se le llama disociación y es un síntoma del TLP, lo he descubierto hace poco y todavía no tengo muy claro en qué consiste más exactamente, ya os digo que todavía estoy un poco en shock y aprendiendo a conocerme.
Lo dicho al principio de esta entrada: La paz es un bien escaso para las personas con TLP ,pero un bien que cuando lo tenemos, lo disfrutamos con tanta intensidad como vivimos el dolor o el miedo... inténsamente.

El autismo de mi hija, me hizo tan fuerte, que hasta me creí invencible en muchas ocasiones. Nadie podía contra mi ni mis deseos de ofrecer a mi hija TODO lo que yo creía le pertenecía por derecho. Durante mucho tiempo, fui una roca, todos los golpes de la vida, los recibía con un gran escudo o los capeaba con mucha inteligencia y táctica, procurando que no me desviaran de mi objetivo : MI HIJA.
No existía nada mas importante que asegurarme que nada entorpeciera sus pasos, asegurarme que tuviera un futuro digno y si tenía que gritar, patalear, aporrear puertas o poner a personas entre la espada y la pared, lo hacía. Porque yo era invencible, lo era.
Hasta que mi TLP resurgió y me puso los pies en la tierra, enfrentándome contra mis propios demonios.
Siempre he tenido TLP, solo que como muchos trastornos, se esconden o permanecen dormidos durante años.
Pero cuando mi psicóloga, a la que hoy día le debo la vida, por "descubrirme", comprenderme, ayudarme y darme herramientas para avanzar o ser, o como yo le digo : "eres la única herramienta (humana) que hoy día yo tengo para sobrevivir al caos en el que me encuentro."
Pues cuando ella hizo mi historia de vida, no había ninguna duda de los momentos en que surgió a flote mi trastorno sin yo saberlo y que nadie me supo diagnosticar correctamente, diciendome que lo mio era estrés, ansiedad, ataques de pánico, depresión... 
Se me pudo haber diagnosticado a los 14 años, a los 18, a los 25, a los 35... épocas difíciles y duras, en los que mis síntomas estaban muy altos, muy subidos y de forma, además, muy peligrosa para mi integridad.
Pero se me diagnosticó con 43 años.
No es fácil aprender a vivir de nuevo, porque así, en parte, lo siento.
Es como volver a nacer, como volver a conocerme y entender cosas de mi vida que no entendía.
Volver a ser yo, alguien que durante casi toda mi vida, no he podido ser, porque no sabía como hacerlo.







martes, 6 de abril de 2021

¿Conoces el MASKING?

Autora de este articulo : Claudia Psicología (Instagram)




Te explicamos cómo la población con problemas de salud mental enmascara sus emociones "para encajar" y qué efectos negativos tiene em ellos y ellas.

¿QUÉ SIGNIFICA MASKING?


Muchas personas neurodivergentes no experimentan las relaciones y emociones de la misma manera que "el grueso de la población" (o población neurotípica) y ésta diferencia en sí les puede generar sensación de no "ser normales" o "no encajar".

También sufren discriminación del entorno o pueden sentir que nadie les entiende.Es ahí cuando aparece una herramienta de adaptación: ponerse la máscara neurotípica.

PONGAMOS UN EJEMPLO:

Las personas que forman parte del espectro autista (TEA) poseen una forma distinta de relacionarse y comunicarse, así como de experimentar sus emociones. Esta diferencia, al no ser neurotípica puede conllevar problemas en la relación con el entorno.
Muchas personas toman conciencia de sus comportamientos e intentan modificarlos, no para estar mejor consigo mismas, sino para evitar que se les lea como "personas que no encajan".

¿Y ESO ES UN PROBLEMA?

¡Puede llegar a serlo!
No estamos tratando el malestar de la persona sino que esta técnica enmascara sus experiencias ¡y puede llegar a invalidarlas!
Aunque pueda prevenir el acoso escolar o el mobbing en el trabajo, mantener esta máscara con el tiempo puede llegar a derivar en episodios ansiosos, cuadros depresivos y burnouts.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

Retirar la máscara de golpe puede ser muy duro para las personas que la han desarrollado como mecanismo de defensa.
Un ejercicio muy importante aquí es empezar a derribar el estigma de los trastornos mentales y asumir que hay otras maneras de vivir y experimentar las emociones.
Las neurodivergencias merecen atención psicológica pero no porque sean "bichos raros" o "trastornados" sino porque esos trastornos conllevan un alto malestar para las personas que lo sufren.

OTROS DATOS DE INTERÉS

-Se está investigando la posibilidad de que el masking sea una técnica utilizada más por mujeres que por hombres (sobre todo, en mujeres autistas)

-El masking también se usa en trastornos como el TLP (trastorno límite de la personalidad) o el TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) no está limitado al espectro autista.


martes, 2 de marzo de 2021

Crisis TLP Y TEA... Hermanas y compañeras de penas?





El autismo y el TLP no es lo mismo, se diferencian en muchas, muchísimas cosas. Pero en otras, parecen hermanas gemelas.
Las crisis conductuales en TEA y en TLP, son muy similares, en intensidad, duración y comportamiento de la persona afectada.
En ambas, suelen ser consecuencia de una o mas emociones, que de repente, estallan en tu cabeza y que no puedes, no sabes, o no han sabido ofrecerte las herramientas necesarias para controlar o gestionar lo que te está ocurriendo y desde luego, NO ES CULPA TUYA, eso hay que dejarlo claro. Los trastornos se pueden trabajar y con mucho esfuerzo y ayuda, sobretodo ayuda, mejorar, pero ni desaparecen ni se curan.
Cuando las personas con TEA o TLP entran en crisis, pueden existir mil factores externos que la hayan provocado y se sufre mucho. Tu mente no responde y llegas a un punto que no entiendes nada y entonces, justo en ese momento, dejas, sin darte cuenta, de ser tú. Pasas a convertirte en un ser asustado, perdido en un mundo que no reconoces ni entiendes y por supuesto, que tampoco te reconoce ni te entiende a ti.
Una de las muchas pautas que suelen dar los psicólogos, en ambos trastornos, es el llamado "tiempo fuera", algo así como ignorar la mala conducta, normalmente agresiva, ya sea física (casi siempre autolesiva, hacia uno mismo) o verbal.
Es cierto que el ignorar la conducta, especialmente en niños, funciona hasta cierto punto, siempre que se tenga en cuenta un par de factores.
El primero, el tiempo. No puedes estar en una crisis de conducta, ignorando durante horas. Si se alarga la crisis más de 30 minutos, ahí "el tiempo fuera" no está funcionando y desde mi punto de vista, como persona con TLP que ha tenido y tiene crisis, hace falta otra táctica, que és el acercamiento, con un poco de contención al principio, si hay resistencia por la otra persona, cariñoso. Y ésto lo explico porque con mi hija lo hemos hecho durante crisis muy fuerte, el abrazarla entre dos primero porque uno solo no puede contenerla, darle un abrazo intentando contenerle los brazos rodeándola y si ella hace movimientos de tirarse al suelo, nos arrodillamos con ella. El abrazo con contención, nunca será brusco, siempre con palabras de amor y cariño, incluso besándola en la frente, en la cabeza, donde puedas y recordándole cuanto la quieres. A los pocos minutos vas reduciendo fuerza, incluso uno de los dos adultos se puede retirar y el otro ya se queda esperando la reacción de Natalia (digo ella, porque es con ella con quien lo hemos utilizado y nos ha funcionado), normalmente yo, y ella sola ya viene a abrazarte y a buscar tu cariño.
Tras las crisis, ya sean de TEA o de TLP, hace falta cariño, protección, mucha comunicación (darle la oportunidad al afectado de expresar lo vivido y sentir alivio de ser escuchado).
En resumen : durante una crisis conductual de TEA o TLP, se puede ignorar la conducta durante un tiempo determinado, pero recordando siempre que lo que se ignora es la conducta... NO SE IGNORA A LA PERSONA, nunca olvidéis esto, porque el daño psicológico que deja, empeora el trastorno y nadie quiere eso, ese no es el fin.
A fin de cuentas, somos personas, no solo conductas... y es que acaso a una persona con epilepsia o problemas respiratorios, durante una crisis, lo ignorarías o lo harías sentir culpable? No, verdad?

Vamos a hacer visibles los trastornos mentales, menos tabúes, menos silencios antes ellos y más "aquí estamos" y necesitamos la comprensión,tolerancia y ayuda de la sociedad.
De la ayuda de la administración, de nuestros gobiernos, políticos y demás entes cobradores de nuestros impuestos, ya hablaré en próximos post, que tengo mucho que hablar de ellos, demasiado....



miércoles, 17 de febrero de 2021

Volver a empezar...



Hace 1 año que no escribo. Pido disculpas a los que me seguíais, algunos de vosotros os habéis puesto en contacto conmigo por correo y os lo agradezco.
Ha sido un año muy duro. Para todos, lo sé.
Pero imaginaros para las familias que tenemos hijos con discapacidad o enfermedades crónicas.
La pandemia ha arrasado con muchos de nosotros, sin ni tan siquiera entrar el covid19 en casa (por suerte, demasiados ni siquiera esa suerte han tenido).
Yo voy a hablaros de lo que nosotros, como familia de una niña con autismo severo, hemos vivido. Una niña con una rigidez super alta y en aumento por la pubertad, muy exigente en sus rutinas, super demandante y con un trastorno GRAVE de conducta, que le provoca que se auto agreda y nos agreda a nosotros, sumando a eso, crisis de gritos y llantos inconsolables y golpes en mobiliario de la casa, romper objetos, etc...
No recibimos ayuda alguna de ningún departamento de ningún gobierno, pese que me consta que a través del colegio y de algunas entidades, se solicitaron al menos para casos severos (y mi hija, por lo que sé, estaba en varias de las listas de los solicitantes), tanto al ayuntamiento, como a la Generalitat de Cataluña. No solo se nos negaron, sino que también nos cortaron de raíz un servicio de ayuda domiciliaria ya otorgado por Dincat y que nos era muy necesario y mucho mas durante el confinamiento. Y si hubieran tenido voluntad, lo podrían haber mantenido, puesto que actualmente, después de todo, el servicio está reiniciado, con sus protocolos de seguridad : La persona que viene, trae su Epi (si se le puede llamar así) , su mascarilla y pantalla y guantes. También se les hace su PCR reglamentaria cuando les corresponde y se siguen las normas de confinamiento en caso de estar en contacto con algún positivo.
Total, que lo que se está haciendo ahora, nos hubiera facilitado un poco el confinamiento a familias con tantas dificultades como la nuestra.
Y ahí va el porqué de tener abandonado el blog.
Durante el confinamiento, tuvimos que reajustar TODO a las necesidades de Natalia y programarle con tablas de horarios, montones de pictogramas, actividades continuas desde las 8 de la mañana hasta mas o menos las 22:00 de la noche que la mandábamos a dormir y ya solo teniamos que preocuparnos de sus paseos por la casa, llamadas de atención para no dormirse, que si quiere agua, el móvil, el tete, videollamada con la novia del tete, que le leamos un cuento, dormir en nuestra cama, dormir en la de su hermano, etc...hasta que le vencía el sueño y tras ella, íbamos nosotros, porque el planing diario de sus rutinas como deberes, terapia programada cada noche con anticipación por mi, paso a paso y minuto a minuto lo que se iba a trabajar, de autonomía personal , enseñarle normas sociales a través de juegos de mesa por un lado y con mucho trabajo de fichas adaptadas gracias a ARASAAC ,talleres sensoriales para minimizar sus dificultades que se agravaron al perder tanto tiempo sin colegio y sin ser atendida por profesionales, ya que la UnidadTEA tuvo que suspender ese periodo las visitas presenciales y las camas de hospitalización 24 horas para cederlo a Mutua de Terrassa ,porque el Covid19 no daba un respiro y sobrepasaron la capacidad del hospital, como ocurrió con otros en muchas partes.
Nos tuvimos que conformar con control y seguimiento telefónico.
A todo ésto, yo me volqué como nunca en mi hija, por temor a que empeorara más, puesto que antes de la pandemia , ya viviamos una situación muy crítica.
Me volqué tanto, que sobrepasé mis propias capacidades y... ahora viene lo dificil de explicar, pero por honor a mi hija (creo que se lo debo, si hablo de su autismo publicamente, debo ser franca también al hablar de mi), comencé a autosubirme la medicación que tomaba para la depresión y la ansiedad.
Como lo hacía, si la tenía pautada por mi doctora? Pues llevo años con un historial de depresiones y ataques de ansiedad muy largo, probando una cosa y otra, hasta dar con algo que me fuera bien. Siempre me quedaba alguna caja empezada de ansiolíticos o antidepresivos y con esos "extras", me iba yo manteniendo en pie para atender a mi hija y soportar sus demandas, actividades y rutinas.
Esta sobremedicación ( loca e inmadura, no lo hagais nunca, lo mio fue fruto de la desesperación que viviamos por las crisis de Natalia y aun así, hoy sé que no era justificable) me llevó a tras el desconfinamiento y poder yo, gracias a la apertura de casales (con grupos reducidos de 4 niños y mucho control) y despues el colegio,tener mas tiempo para mi, pararme y relajarme... pues a hacer todo lo contrario.
Caí en una depresión muy, muy severa, con ataques de pánico, hasta el punto de necesitar servicio de ambulancia en casa, hospitalización en urgencias por ingesta de medicamentos sin control y autoagredirme haciendome cortes en brazos y muñecas (me cuesta mucho explicar ésto, pero se lo debo a mi hija, si no le doy visibilidad a mi trastorno, que derecho tengo a haber estado tantos años hablando y dando visibilidad al suyo).
Los últimos meses. desde agosto hasta ahora, los he pasado con un seguimiento de psicología y psiquiatría de la seguridad social muy continúo, primero por tener riesgo de suicidio por la depresión que arrastraba y segundo, porque presentaba un cuadro que daba a entender que lo mío no era solo una depresión.
Ese mismo agosto, gracias a una psicóloga privada la que le debo la vida, porque  llegué a ella fatal ,pero fatal de los nervios, tristeza, rabia... bueno, arrollada por un sinfín de emociones que no podía controlar y se escapaban de mi persona para dejarme totalmente destrozada.
Ella, gracias a las sesiones de terapia, haciendome un control de mi historial de vida, desde que tengo uso de razón hasta el dia presente, hablando y consultando algunas cosas con mi pareja (yo tenía muchas cosas bloqueadas en mi cabeza y tambien he de dar las gracias a mi hermana mayor, Silvia, que me ayudó en momentos críticos, tanto a darme apoyo,como a recordar cosas de mi infancia y adolescencia) y haciendome varios test y pruebas, ella conjunto con la psicologa de la seguridad social y con la reafirmación del psiquiatra, llegamos a MI ETIQUETA.
Tengo TLP, Trastorno Límite de la Personalidad.
Otro dia me centraré en explicar los detalles de mi trastorno, pero bueno, podría resumirse en un problema de descontrol neurológico de mis emociones, que me hacen magnificar lo que siento y llevarlo a límites muy altos o al contrario, minimizar cosas importantes, hasta el punto de bloquearlas de mi cabeza, de mis recuerdos.
Esto provoca que mis ataques de ansiedad sean muy graves, ya que entro en pánico y puedo llegar a lesionarme (lo he hecho, realmente, de manera inconsciente, presa de la angustia) y necesito "aprender" a gestionar mis impulsos y emociones,con terapia conductual y medicación (suuuuupercontrolada por el psiquiatra y en casa por mi pareja, que es quien me está ayudando... aprovecho para decir que doy gracias al universo por tenerlo a mi lado, no sé como podría asimilar todo esto, sin él a mi lado).
Bueno,pues tras un año desconectada, retomo el blog con esta confesión, abriendo mi corazón como siempre hago y sobretodo, con dignidad y la cabeza muy alta.
El respeto y apoyo a las personas con trastornos mentales, es una asignatura pendiente en la sociedad y yo no voy a contribuir en qué lo siga siendo. 
Hablaré de autismo y de TLP hasta que no me quede vida, porque solo "saliendo del armario" , se consiguen los derechos humanos que tenemos a ser como somos y a ser respetados sin tener que ocultarnos y lo más necesario, a tener acceso a las ayudas y adaptaciones que necesitemos para vivir dignamente en sociedad, sin ser discriminados.
Gracias por leerme, por comprenderme, por abrir un poquito vuestra mente sobre este tema, si lo habeis hecho y... que el mundo siga girando, pero eso sí, que gire para todos por igual.





RECUERDA SIEMPRE QUE...

RECUERDA SIEMPRE QUE...