Hola a todos y todas, bienvenidas/os a mi historia...o mejor dicho,la historia de Natalia...

lunes, 29 de octubre de 2012

TE PIDO ACEPTACIÓN TE EXIJO RESPETO...


Esta entrada la escribió una de mis compañeras de viaje Menchu Gallego.Una vez más,informamos de como nos sentimos,como los padres vivimos el dia a dia con un niño con TEA...la razón? Pues que la sociedad avanza muy lentamente en la comprensión de lo que és este trastorno y los padres nos vemos obligados a dar explicaciones constantemente,a comprender que muchas cosas que hace la gente con nuestros hijos son fruto del desconocimiento,de la falta de información,del "no és mala intención, és solo desconocimiento" ... y los padres, pacientes, intentamos comprenderlo,ponernos en la piel de los demás,aceptar que és culpa de la falta de información que hay y dia tras dia vamos enseñando a los demás una realidad del TEA que la mayoria desconocian...damos explicaciones sobre sintomas y las dificultades que provocan en nuestros hijos,corregimos mitos que existen y que no tienen fundamento alguno para sostenerse,enseñamos pautas de comportamiento y actuación a los demas de cara para nuestros hijos,etc...
Pero quien se pone en nuestra piel? Qué parte de la sociedad nos comprende y llega a hacerse cargo del dolor que nos supone vivir un dia a dia continuo aguantando las miradas extrañas de algunas personas hacia nuestros niños,los consejos desafortunados de gente que nada sabe en realidad de TEA,los juicios sobre nuestras decisiones tanto medicas,terapeuticas como escolares...CADA DIA se nos juzga como madres,nuestros movimientos son debatidos por todo tipo de personas y la mayoria de veces contrariados en nuestra propia cara...y pese a todo,por el bien de nuestros hijos...seguimos sonriendo,continuamos ofreciendo información y pautas a toda la parte de la sociedad que podamos (de eso depende que nuestros hijos tengan un futuro mejor)y lo más importante...lloramos solas en casa,a escondidas, porque no podemos permitirnos flaquear,nuestros hijos van contrareloj y una caida nuestra puede suponer un retroceso en ellos y eso como madres...como madres,no podriamos aguantarlo.

Mi compañera Menchu Gallego,en esta entrada,explica como nos sentimos un dia cualquiera de nuestra vida,de la vida de la madre de un niño con TEA y una vez más,enseña como entender a nuestros hijos y como en lugar de juzgarlos...se deberian respetar y aceptar...no porque lo digamos las madres,sino porque és simplemente el derecho de nuestros niños.




TE PIDO ACEPTACIÓN TE EXIJO RESPETO...

Mi hijo no es maleducado, grosero, consentido, capricho, salvaje o cualquiera de esos calificativos que se te puedan pasar por la cabeza cuando ves una reacción en él para tí desproporcionada o extraña.

Tú tienes por suerte la posibilidad de mostrar tu desacuerdo, tu malestar, tu frustración, tu miedo, de maneras que socialmente son mejor vistas, mas adecuadas, ese aprendizaje te vino de serie a él no, pero es capaz de aprenderlo.

Él tiene sus dificultades y peculiaridades, como yo, como tú, como todos, ninguna mejor ni peor que otra, ninguna más grande o más pequeña, simplemente las suyas. Le cuesta comprender ciertas normas, gestos, formas de actuar, situaciones. No es para él fácil expresar si siente dolor y explicar donde, hacer saber que le molesta o contraria. En cambio para él muchas de las dificultades y peculiaridades que tú tienes son tremendamente simples, la diferencia es que él no se permite juzgarte por ellas.

De la misma manera que se comprende que un niño con miedo a la oscuridad grite en medio de la noche y te desvele, no mires raro a mi hijo si grita porque un sonido le asusta, o porque una luz le sobreestimula y necesita expresar de alguna forma lo que está sintiendo.

Al igual que puedes entender que si a un niño le cuesta aprender a montar en bici hay que poner empeño, colmarse de paciencia, de palabras de ánimo y reconocimiento ante cualquier avance sin importarnos el tiempo que tarde en conseguirlo, concede eso mismo a mi hijo cuando está conociendo y aprendiendo normas sociales y no le dediques miradas de rechazo ni hagas juicios de valor.

Tal como se acepta y consiente que un niño se frustre y monte una rabieta porque no le compran el juguete que quiere, recibiendo sus padres miradas cómplices, de apoyo entendiendo que "son cosas de niños", respeta y comprende los llantos de incomprensión, de miedo, de dolor que tiene mi hijo y guardate tus comentarios absurdos e impertinentes y no pretendas hacerme sentir mala madre por bajarme a su altura y hablarle serena, en lugar de reaccionar de otro modo para tí quizá más adecuado, nadie mejor que yo sabe que es para él lo adecuado.

Dicen que la ignorancia es atrevida, yo añado que además es dañína, por eso te pido que antes de hacer daño a mi hijo con la tuya, tapes tu boca y cierres tus ojos cuando nos veas pasar y si no lo haces que sea para mirarme de frente y preguntarme que debes saber para compender, para ayudar, y sobre todo, para conocerle como realmente es. No te arrepentiras.

sábado, 27 de octubre de 2012

A VECES EL AUTISMO SÍ DUELE.... REFLEXIONES DE UNA MADRE

Texto sacado de facebook-ASPAU


"Dale Gracias a Dios que tu nene tiene Autismo al menos el Autismo no duele".

Muy temprano para escuchar estupideces de la gente.
¿Quién te dijo que el autismo no duele??????

Claro que duele, duele cuando estas una hora tratando de decifrar que le pasa y te das cuenta que solo tiene sed.

Duele cuando tiene fiebre y dolor en alguna parte que no sabe decirte donde es.

Duele cuando viene Santa Clause y los Reyes y ves a todos jugando con sus juguetes y a él con las cajas (teniendo 9 años).

Duele cuando esta triste y no hay manera que sepas porqué.

Duele cuando llega furioso de la escuela y tu no sabes que pasó.

Duele cuando juega en el parque y ves a los papás alejando a sus niños de él. 

Duele cuando ningun doctor sabe que tiene hasta que lo ven vomitando sangre.

Duelen las miradas raras.

Duelen las rabietas que hace tipo "terribles 2" teniendo casi 10 años.

Duele el rechazo de su propia "familia".

Duele que en su cumpleaños los únicos invitados son sus primitos y su hermano.

Duele que tenga hambre y tú no entiendas que le pasa.

Duele no saber si el sabe que lo amas.

Duele escuchar a otros niños hablar y saber que tu hijo quizas nunca hablará.

Duele saber que quiza nunca te diga mamá te amo.

Que nadie venga a decirme que el autismo no duele porque si, si duele y el dolor hay días que es muy muy muy fuerte casi inaguantable y hay días que duele menos pero siempre duele y no existe una pastillita que quite este dolor.

Con este dolor caminamos todos los días, con este dolor sonreimos, con este dolor seguimos nuestro camino no paramos, porque detenernos significa regresion en mi hijo y las regresiones ufffff eso si que duele y ese dolor es uno de los mas fuertes.


Surjeily Lebron

domingo, 21 de octubre de 2012

Esas primeras veces...y preguntas con respuesta



Ultimamente voy bastante atareada y me cuesta encontrar tiempo para sentarme y contar cositas de Natalia...esos momentos inolvidables que vivmos con ella y lo mejor de todo...sus avances¡¡ Que tiene un montón y cada vez vienen a pasos más agigantados.
Despues del verano,notamos en Natalia que un diente se le estaba desplazando,no se le movía,pero se estaba abriendo dejando un hueco.Iba a llevarla al dentista y una mami me dijo que a su hijo le pasó,que eso era porque el de abajo estaba empujando para salir antes de caer el de leche.Y así fue..,unos dias despues,comenzó a moverse y sabiamos que en cuestión de dias caeria.Una tarde Natalia salió del cole preocupada por su diente,bueno,curiosa más bien...abria la boca y lo empujaba con la lengua y me reclamaba para que mirara lo que hacia.Le expliqué quien era el ratoncito Perez y qué pasaría con su dientecillo y al dia siguiente,mientras jugaba en su habitación con su hermano,se le cayó.Lo triste es que no lo encontramos,no sabemos si se lo tragó o se perdió entre los juguetes,mira que buscamos y buscamos pero...apostamos a que se lo tragaría,porque no apareció.Así que le dejamos una nota al Ratoncito Perez,pidiendole disculpas por perderlo y seguras de que él con su olfato lo encontraría y le traeria igualmente su regalito...y así fue.A la mañana siguiente,sobre su almohada,el ratón Perez habia dejado un detallito para ella por regalarle su primer dientecillo de leche.




Y más primeras experiencias de Natalia¡¡
Su primer examen¡¡¡ Pero no del cole,está en p5 todavía.
En septiembre decidimos apuntarla,aprovechando que és tan marchosa,que le encanta la musica,cantar y bailar,a hiphop.Se lo pasa pipa,la tia allí,va con su hermano que tambien quiso apuntarse y con sus amiguitas de la clase,Naiara,Candela y Vania.La verdad és que a Natalia le cuesta seguir la clase,baila a su bola claro,de vez en cuendo se planta delante del espejo e imita a los niños y la profesora pero ella sigue el ritmo de la musica segun el cuerpo le pida.
Mercé,la maestra,és un encanto,le gusta tener a Natalia allí y respeta sus ritmos sin agobiarla,el primer dia ya explicó que Natalia era especial a los otros niños porque quienes no estaban familiarizados con un nene con TEA,la miraban extrañados y enseguida todos lo comprendieron y hoy ya,muchas veces,cuando entramos o salimos del gimnasio,muchos nenes de la clase ya la saludan con cariño,igual que los nenes del cole,con empatia y dulzura hacia ella...los niños una vez más demuestran que son mejores personas que los adultos y que aceptan la diferencia con naturalidad y sin problemas...pero ese és otro tema que no és de lo que iba a hablar ahora,así que no me lio...a lo que iba...
Pues el otro dia hicieron un examen de los pasos que llevaban ensayados y Mercé me dijo que alucinó con Natalia,porque se pasó media clase bailando a su rollo y parecia que no miraba a los otros niños y cuando le tocó a ella ponerse en medio a hacer el examen,que se puso contenta e hizo los pasos tal como eran...como si los llevara ensayando dias¡¡ Se los sabía pese a que parecia no haber estado atenta a ellos y lo hizo fenomenal y le puso la nota más alta,por supuesto (las notas iban de 0 a 5)...un 5 como una casa dibujado en su manita¡¡ Me dijo que estaba muy contenta con Natalia y la evolución que llevaba,que se alegraba mucho de tenerla.
Ahins si en otras partes sucediera lo mismo....si és que todo depende de la persona que esté enseñando (sea la materia que sea)...la persona lo és todo...todo és cuestión de ser persona o no,ahí esta la diferencia.Una persona con valores,con humanidad,con empatia,con amor y respeto hacia los niños sabe perfectamente que  un niño con TEA tiene los mismos derechos que un niño neurotipico y que és vergonzoso  hacer luchar a una familia por hacerlos cumplir.
Cuantas preguntas para mi hija que hasta hoy quedaban sin respuesta...pero estamos en el camino.

-Natalia...con quien has estado hoy en el cole?-le dejamos unos segundos para organizar la pregunta en su cabecita...

-Xati¡ (Xavi)-grita ella

-Que quieres...trina o agua? -sentadas en la mesa comiendo...esperamos unos segundos respetando su rimo y dandole tiempo a asimilar la pregunta.

-Ina¡¡ (Trina)-grita

-Anda,esto donde és?-le pregunto sentadas en el sofá mientras Natalia sujeta una foto entre sus manos,no le insisto...espero con paciencia,sin prisas...

-ayos (yayos)...-dice ella

-Sí,és de los yayos...pero que és?

-Am...-(iba a decir camping),pero se frena,me mira buscando una ayudita....

-Terrrrrrrr...-la ayudo exagerando la r...

-Errrrrr....eno...ayos-dice finalmente mirandome contenta

-Sí,terreno de los yayos¡¡ (una casita que tienen mis suegros cerca de la playa y donde le gusta mucho ir porque mi suegro tiene un huerto y a Natalia le encanta meterse allí...y pensar que este curso casi se pierde esa asignatura en el cole porque...ufff,bueno,lo dejo que no quiero cabrearme,ya hablaremos de estas cosas más adelante)

Pues una vez más mi hija demuestra que va HACIA ADELANTE,que avanza,progresa,que empieza a contestar preguntas...solo hace falta respetar su ritmo y tener paciencia para estar a su lado y darle el tiempo que necesita para organizar la pregunta en su cabecita y si hace falta,darle una ayudita,pero primero,darle la oportunidad de hacerlo sola.
Va hacia delante y que nadie se ponga enfrente intentando frenarla porque su mami va de su mano y no pararemos...antes nos llevamos por delante al que no se quite y se empeñe en frenarla...antes nos lo llevamos por delante.
Natalia va HACIA ADELANTE.



miércoles, 17 de octubre de 2012

La matriculación de un niño con TEA



Cuando matriculé a Santi en p3,pasamos muchos nervios...está en un colegio de una linea,solo habia 26 plazas disponibles y apuntados para entrar en lista,pues más,muchos más...y muchos de ellos quedarian fuera y serian matriculados en otros colegios.Todos sabemos como funciona la matriculación de un niño,los nervios que pasamos durante los meses que dura el proceso,hasta que salen las listas definitivas y respiras hondo...Si no recuerdo mal,Santi quedó en el sorteo en el puesto 18.Una de sus amigas quedó fuera y todavía hoy me acuerdo de la angustia de su madre.La pequeña habia echo guarderia con mi hijo y con el resto de la clase,pero se quedaba fuera en el sorteo,en contra de la voluntad de su madre....pero peleó y junto con el colegio que la ayudó,consiguieron que ensenyament (educación)le abriera el ratio de la clase y pudiera entrar.Hoy dia su compañera sigue en la clase y aquello ya está pasado...los malos momentos pasaron,los nervios,la angustia....una vez matriculado el niño,todo queda atrás y ya se puede respirar tranquilo.
Y yo me pregunto...¿porque con los niños con NEE no sucede igual? ¿porqué tenemos que sufrir y sufrir y sufrir esta angustia cada año?
Es insoportable.
Desde que matriculamos a Natalia en guarderia,su escolarización ha sido una lucha sin tregua,sin poder bajar la guardia...INSOPORTABLE de llevar la carga tanto tiempo.Y cuando hablo de carga que conste y quede claro que no me refiero a mi hija,me refiero a tooooooodas las personas que giran entorno a su escolarización.
Para los niños con TEA hay 3 modos de escolarización,al menos 3 generales,luego ya sabemos que dentro de cada uno de ellos hay cientos,tantos como niños con TEA hay,porque cada uno tiene unas necesidades y la escolarización és diferente segun el caso.
Pero en general diriamos que existen estas 3:

-La escolarización en una escuela de educación especial

-La escolarización combinada,és decir,que el niño pasa horas en la escuela especial y horas en la ordinaria.

-La escolarización ordinaria

No tengo nada en contra de la educación especial,conozco muchas familias que optan por este modo de escolarización,algunos contentos y otros intentando salir de ella...pero és una opción igual de respetable que las demás.Pero no és la opción que yo quiero para Natalia...no és nuestra opción.
La escolarización combinada...bueno...no me gusta porque para mi és hacer las cosas a medias.No se trabaja en profundidad lo que la escuela especial puede ofrecer a la familia que quiera esta opción y no se le da cabida desde mi punto de vista a la inclusión...para mi és como tener al niño en el limbo.Me explico...si celebra un carnaval...donde lo hace? Las excursiones? El festival de fin de curso?Quien és su tutora referente?Sus compañeros de clase?Que lazos va  hacer en la escuela ordinaria si su tiempo allí esta limitado? Ya cuesta con una jornada entera,imaginaos con una a tiempo parcial....
Para mi la combinada és una opción para que padres que no queremos la especial callemos la boca porque nuestros hijos siguen en la ordinaria a horas y para que centros y ensenyament se puedan poner la medalla de que hacen inclusión porque a horas le abren la puerta al "pobre niño que no se adapta a nosotros con lo megamaravillosos que somos todos aquí".
La ordinaria és el modo de escolarizacón que tiene Natalia ahora...matriculada (a la fuerza por nosotros y en guerra cada año por mantenerla allí)en una escuela ordinaria con apoyos adaptados a sus necesidades...o eso dice la ley.La realidad és que Natalia está escolarizada en ordinaria,con 2 horas diarias subvencionadas por ensenyament y el resto lo pone la voluntad del colegio y nuestro bolsillo.

Bien...todo esto a hilo de qué viene.
Pues viene al hilo que de empezó septiembre el colegio sin haber cerrado del todo como funcionaria el curso de p5,sin saber los apoyos reales que tendria ni qué se trabajaria con ella...más o menos a finales de septiembre se cerró todo y digo más o menos porque todavía quedan cabos sueltos que hay que ir perfilando.
Pues sin terminar p5,ya tenemos en la mente y sobre la mesa,la escolarización de 1º de primaria.
¿Hay alguien que pueda aguantar esta presión sin desmoronarse?ya estamos barajando opciones,qué pasará,como se escolarizará Natalia...joder y perdón por la palabra...¿porque no puede como el resto de niños,escolarizarse en p3 y olvidarnos ya?...
Sobre la mesa los papás (Santi y yo) tenemos claro que queremos que nuestra hija siga en inclusión pero sabemos que no nos lo van a poner facil.
Y es que opinar desde atrás és muy sencillo.Todo el mundo opina sobre la escolarización de nuestra hija,EAPS,Inspección de educación,dirección del colegio,profesores de otros cursos,del actual y del que está por venir,vetlladora (monitora),profesoras de soporte,terapeutas,etc...y és normal,lo entendemos,porque trabajamos en equipo.
Pero a mi me gustaria que por un momento alguien se parara a darse cuenta que sus opiniones son basadas en datos incompletos...son basadas en etapas solamente de la vida de Natalia.
Y voy a poner un ejemplo para que se entienda lo que voy a explicar.La primera psicologa que atendió a mi hija,tenia claro que Natalia no debia estar en una escuela ordinaria,y el EAP lo mismo.Ellos pensaban que Natalia no tenia capacidad para desenvolverse allí y le pusieron unas limitaciones que con el tiempo se ha visto que estaban euqivocados y que con ayuda,Natalia,perfectamente ha podido superar aquellas limitaciones.Si yo hubiera hecho caso de aquellas recomendaciones,mi hija no hubiera vivido estos años de inclusión tan positivos para ella y su desarrollo y evolución.
Estas personas basaron su opinión en la etapa que ellas veian en aquellos momentos con Natalia...no se pararon a pensar en las siguientes,no veian factible darle la oportunidad.
Garcias a dios no las hice caso.
Ahora pienso que estas personas ni se acordarán de Natalia y seguirán su vida como si nada,aconsejando a otros padres,aquella etapa para ellas pasó...pero Natalia y su familia seguimos existiendo y peleando.
Para las personas que hoy forman parte de esta etapa de Natalia,sé que son consejos bienintencionados (algunos),pero deben ser conscientes de que no van a estar en todas las etapas de la vida de mi hija y que cuando ellas no estén,Natalia seguirá peleando contra las barreras que nos van saliendo y que los que vamos a estar siempre con ella,de su mano,somos los que realmente tenemos el derecho a decidir y esas personas somos sus padres....
Como padres,tenemos el derecho a decidir,porque como padres,somos los que saltaremos las barreras con ella...los demás hoy estarán y mañana tal vez no,pero al lado de mi hija SIEMPRE estaremos nosotros y toda decisión que tomemos la tomaremos pensando en lo mejor para ella porque nadie más que nosotros sabe cuanto,cuantísimo la queremos y cuanto,cuantísimo estamos dispuestos a hacer por ella.Que nadie me ponga a prueba,porque creo que ni yo misma soy consciente de lo que sería capaz de hacer por Natalia,hoy dia no se me ocurre nada que no hiciera.
Bueno...solo necesitaba desahogarme un poco.
Comienza la cuenta atrás...empezamos a luchar por una primaria inclusiva.Sabemos que la otra parte nos va a meter la educación especial o la combinada a presión (que conste que no tengo nada en contra pero no és la opción que tomamos para nuestra hija) y ahora toca coger aire,tragarme las lagrimas que sé que me van a llenar los ojos,comerme la rabia por estar viviendo esta injusticia y ser fuerte.

COMENZAMOS


lunes, 15 de octubre de 2012

Natalia y el bebé


Este verano pasado,descubrimos que Natalia tiene una sensibilidad especial con el llanto de los bebés...tenemos la sensación de que percibe su angustia cuando lloran y eso a ella no le gusta.
Un dia,en nuestra parcela,Natalia jugaba fuera con su hermano...yo los observo y veo que Natalia se va de repente para la valla,se apoya y estira la cabeza como poniendo el oido para escuchar algo...mira a un lado y a otro y pone cara de extrañeza...sigue poniendo el oido y la veo mover los labios como si estuviera hablando,así que me acerco a ella y me agacho a su altura y le pregunto qué pasa.Ella me mira seria y me dice..."El bebé"...pongo bien el oido yo y oigo a lo lejos un llantito de bebé,cuesta oirlo bien porque se oye bien  a lo lejos pero se escucha si prestas atención.Le digo que sí,que es cierto,que un bebé llora y le explico que llora porque tendrá ganeta(hambre en catalán) o pupa...ella ya me mira como si lo entendiera y vuelve a marcharse a jugar.
Dias despues,continuamos escuchando llorar al bebé y cada vez que lo oimos,Natalia venia sobresaltada a avisarnos..."mamá,el bebé,el bebé,el bebé¡¡¡" y alguna vez lo veiamos pasear por nuestra calle en el carrito con su mamá o su papá y ella siempre salia corriendo a la valla a verlo y gritaba "el bebé,el bebé,el bebé".
Tiene un primito pequeño,no hace mucho que cumplió un añito y un dia en su casa jugando,estaban los dos en el suelo con los juguetes de él y Natalia no parecia hacerle mucho caso pero Alex empezó a caminar y moverse por el comedor y en uno de sus paseos se le cayó el chupete y de repente,Natalia,que parecia no estar haciendole caso,se levantó corriendo a cogerlo,primero pensamos que iba a quitarselo,pero cogió el chupete y se fue hacia su primo y poniendole una mano suavita en la espalda le volvió a poner el chupete en la boca repitiendo sus palabras "el bebé",se quedó tranquila viendo que Alex volvia a tener su chupete y continuó jugando como si nada.
Con el bebé del camping,una noche,mientras cenábamos fuera lo escuchamos llorar muy fuerte y Natalia se puso muy nerviosa y tensa en la silla y empezó a gritar lo mismo "el bebé,el bebé¡¡" pero entonces se frena y como si hubiera recordado algo,me coge a mi del brazo que estaba sentada a lado y mirandome,me dice : mamá,el bebé,pupa.

-Sí,cariño,el bebé tiene pupa,por eso llora tanto,verdad?-le digo
-Bebé pupa-repite ella y vuelve a quedarse tranquila,poniendo todavia el oido pero más relajada por haber comprendido qué le estaba pasando al bebé.

Esto demuestra que Natalia razona mucho más de lo que nos pensamos y se da cuenta de sus dificultades tambien más de lo que nos pensamos,porque si ella comprende que un niño bebé necesita consuelo y ayuda de los demás para no llorar,como le pasó con su primito,que enseguida fue a ayudarlo,supongo que ella pensando en evitar que llorara comprendia que debia ayudarlo a ponerse el chupete.
Y no le da  a uno qué pensar que ella,sin que nadie se lo enseñe,sin que nadie se lo pide,ofrezca su ayuda a alguien que ella piensa lo necesita y luego,su dia a dia,consista en pelear para que le den las ayudas que a ella le pertenecen por parte de adultos que consideran que ayudarla és una especie de "condena" que tienen que cumplir y a este grupo de personas incluyo personal de los EAPs y administraciones educativas y algun docente tambien,que aunque algunos comprendan que su labor es enseñar a TODOS sin distinción,otros parece que cuando hicieron la carrera la hicieron pensando en un solo prototipo de niños,los que le sigan la clase sin problemas y no les hagan sudar mucho,digamos los que casi tiran para adelante sin ayudas,así estos docentes pueden presumir de ser buenos profesores.
Pero el buen profesor lo demuestra dando clases sin diferencias y adaptandose él al niño y no al revés,esperando que el niño se adapte a su modo de dar la clase,pero ese és otro tema...
Natalia y los bebés...una vez más mi princesa demuestra que tiene una sensibilidad especial que por desgracia,pocos saben ver...pero aquí esta su mami para gritarlo a los cuatro vientos.Natalia és una princesa,dulce y tierna...algo gamberra (eso tambien,sí,lo reconozco),pero una autentica princesa.

viernes, 12 de octubre de 2012

Recuperar a mi hijo o recuperarlo del autismo


Hace tiempo leí este relato y recuerdo que al hacerlo,se me puso la piel de gallina...puedo ponerme perfectamente en la piel de esta madre y comprenderla...solo nosotras sabemos lo que realmente estamos viviendo y las emociones que nos embarga el tener un hijo con TEA.
Os lo comparto en La Princesa,seguro os llega al alma como me llegó a mi.




Recuperar a mi hijo o recuperarlo del autismo


Por Ann. A. Mom
Me estremezco un poco últimamente cuando leo historias de niños recuperados del autismo. Me da vergüenza admitir que estas historias evocan una enorme cantidad de autocompasión y de celos en mí. Esto, sin embargo, no siempre ha sido así.

Hace años, las historias de recuperación me llenaban de esperanza para mi hijo John, quien fue diagnosticado de autismo severo en el 2002. Todavía recuerdo cuando leí por primera vez sobre el éxito de la dieta libre de gluten y caseína. Me recuerdo claramente en el pasillo de alimentos naturales en el supermercado, mirando a lo que entonces era una selección minúscula de los alimentos sin gluten (cómo han crecido estas secciones a lo largo de los años!), y viendo a ocho o nueve jóvenes con discapacidades del desarrollo en una excursión de grupo, siendo conducido a través de la tienda con la ayuda de un asistente. Uno de los jóvenes, quizá de unos 21 años de edad con el pelo rubio ondulado, se detuvo y se quedó a pocos centímetros de distancia de mí, con sus dedos curvados en una posición extraña al lado de su cara mientras se fijaba su mirada en algún producto del estante delante de nosotros y gimió un poco. Me quedé allí, temblando unos instantes, temiéndole al futuro, y luego me calmé y me dije, “John no va a ser así. ¡Podemos cambiar su dieta y se va a mejorar!”. Llené mi carro de la compra de artículos libres de gluten y libres de caseína y me fui a casa llena de esperanza.

Los primeros años del autismo transcurrieron en torno a un torbellino de dietas especiales, noches en vela, visitas a especialistas en autismo, extracciones de sangre y resultados de laboratorio, supermercados llenos de una selección cada vez mayor de suplementos alimenticios, visitas de media noche de puntillas al dormitorio de John para ponerle inyecciones de vitamina B12 sin despertarle, terapeutas de ABA entrando y saliendo por la puerta de casa, puzles, rompecabezas y encajables para desarrollar la psicomotricidad fina y tarjetas y fotos con imágenes que cubrían cada centímetro de la casa … todos ustedes conocen la escena. Sin embargo, a pesar de todos estos esfuerzos, a parte del tiempo que pasamos yendo de un centro escolar inadecuado a otro, parecía que todavía había un camino increíblemente largo para recorrer.

La recuperación del autismo no existía en el horizonte.

Comencé a identificarme cada vez menos con los padres que habían visto el éxito repentino con una intervención dietética simple, y me encontré pasando cada vez más tiempo en los foros para los que tienen los niños llamados “de hueso duro”, niños que no responden a ninguna terapia. Claro, que habíamos conseguido un poco de lenguaje funcional, pero no lo suficiente como para ayudarle a sobrevivir de forma independiente. Las habilidades cognitivas también eran una lucha muy real. Los comportamientos se mejoraban durante un tiempo, sólo para volver a caer en picado en obsesiones extremas o en colapsos terribles. Aún así, con todo lo conseguido, había sido bastante decepcionante, así como enormemente costoso.

Estoy bastante segura que hice lo que cualquier madre normal podría haber hecho en circunstancias similares: me cansé y me quedé asqueada de todo este calvario. Entre medias de alabar a mi hijo por sus logros, estoy bastante segura de que también le día algunas miradas de desaprobación y de frustración. Sé que mi mente lo comparaba desfavorablemente con otros niños “normales” de su edad, e incluso a niños de su misma edad que tenían también autismo. No supe manejar todas las rabietas con la paciencia y la voluntad necesaria para entenderlo, de hecho, recuerdo claramente unos gritos espeluznantes procedentes de mi boca. Estoy bastante segura que en ese punto de nuestro viaje a través del autismo, no desprendía muchos de aquellos sentimientos maternales cálidos que había sentido al principio de todo hacia mi hijo. En pocas palabras: estaba quemada.

Pero como todos sabemos, la vida tiene siempre una forma dura de despertarnos a la realidad especialmente cuando más lo necesitamos y cuando menos lo esperamos.

Al igual que muchos niños con autismo, John siempre ha tenido una relación amorosa con el agua.

Tenemos la suerte de que la casa de mis padres está situada en un pequeño lago. Un entretenimiento emocionante para John, siempre había sido pasar el día en el lago, que es justo lo que estábamos haciendo esa tarde de agosto. Yo estaba sentada en una silla de jardín en la orilla, hablando con mi madre que estaba sentada a mi lado. Nuestra conversación iba sobre el autismo, de los libros que habíamos leído, de los sucesos recientes con miembros de la familia y parientes. (Yo había estado fuera del círculo familiar desde hacía casi una década, los graves problemas sensoriales de John siempre habían hecho que fuera imposible asistir a las reuniones o actos de la familia.) Aunque estábamos hablando, todo el tiempo, estábamos viendo de reojo a John y a mi marido jugando en el agua. Mi marido se alternaba entre caerse hacia delante y hacia atrás en el agua, salpicando mucho cuando se sumergía bajo el agua y volvía a salir. John se reía con alegría, poniendo sus manos cerca de su rostro en su manera habitual de puro deleite. Entonces John tomo su turno (tomar turnos, otro de los objetivos que podríamos marcar como dominado: ¡Hurra!); se ponía de pie y se caía como una plancha en el agua, sumergiéndose y saliendo y con un rápido vistazo a su alrededor para ver nuestros ojos de admiración y los aplausos provenientes de la orilla. Un día perfecto de playa, disfrutando de una actividad típica de la infancia, y teniendo la oportunidad de sentarme y conversar con otra persona adulta – no es una ocurrencia común para aquellos de nosotros que somos padres de autismo; ¡conversar tranquilamente!

Mi esposo se sumergía otra vez, y se quedó debajo un poco más de lo habitual. Aparentemente, John decidió que había esperado a su papá lo suficiente y se zambulló bajo el agua mientras que mi marido aún estaba sumergido. Mi madre y yo observábamos desde la orilla, charlando tranquilamente, hasta que ambas sentimos en el mismo momento que algo estaba claramente fuera de lugar; John no volvía a la superficie. Mi marido ya había salido y se estaba quitando el agua de la cara y buscando a John su alrededor. Salté de mi silla y corrí hacia el agua. Juntos buscamos debajo del agua y sacamos a John del fondo del lago arenoso, su cuerpo estaba flácido y muy pesado. La cabeza de John se desplomó hacia atrás y mi esposo y yo nos miramos el uno al otro con horror, ahora nuestro único objetivo era llevar a su cuerpo a través de la distancia de dos metros hacia la orilla. De pronto, sus 40 kilos de músculo sólido se deslizaron fuera de nuestras manos y cayó otra vez bajo el agua, rápidamente lo sacamos de nuevo fuera, con la arena raspándole la piel de los brazos y las piernas.

En lo que debió haber parecido ser el rescate más torpe y más patético del mundo, finalmente logramos llegar a la orilla y dejamos caer a John en la playa arenosa. En ese momento él era simplemente un trozo de peso muerto, que no respiraba, con los ojos cerrados y la piel una mezcla entre azul pálido y blanco fantasmal. Le grité a mi madre, “Llama al 911″ y ella rápidamente corrió a buscar un teléfono. De rodillas, en cuclillas sobre lo que aparecía a mi juicio, el cadáver de mi hijo, un pensamiento se interpuso en mi mente:¿ Esto es todo?,¿ Este es el final? Sólo ocho cortos años de vida con este hermoso niño y he pasado la mayor parte de ellos tratando de arreglarlo y corregirlo? Él va a morir creyendo que nunca pensé que era lo suficientemente bueno para mi.

Me odiaba a mi misma por alguna vez haber pensado mal de John. Aquí, tumbado en la arena delante de mí era solo un niño que le ofrecía una sonrisa a cualquier persona en el mundo, independientemente de sus defectos o deficiencias. Él no juzgó nunca a nadie. Solía acercarse a personas de edad avanzada que acababa de conocer y les ofrecía un apretón de manos. Nunca supo lo que era el rencor; después de cualquier conflicto o rabieta, tocaba suavemente nuestros brazos en un gesto de paz y perdón. Sin siquiera hablar, se las arregló para hacer amigos donde quiera que fuera. ¿Cómo me atreví a presuponer que no era lo suficientemente bueno?

Desesperadamente comencé a tratar de recordar lo que había aprendido años atrás en el curso de primeros auxilios de respiración cardio pulmonar.¡¡ Dios mío, habían pasado por lo menos veinticinco años desde que despreocupadamente había pasado por una de esas clases con los maniquíes espeluznantes vestidos con chándal, por aquel entonces, el mensaje principal que me llevé de esas clases, fue lo escandalosamente divertida que mis amigas y yo encontrábamos la pregunta obligatoria “Annie, Annie, ¿estás bien?” (Una chica de nuestro grupo llamada Annie.) Por Dios, incluso tenía un vídeo de “Primeros auxilios de cómo salvar un niño” que compré después de un incidente cuando John con tres años casi se asfixia con una canica, pero con las incesantes demandas del autismo en nuestra vida, nunca tuve la oportunidad de verlo. Ahora aquí estaba agachada delante de mi hijo aparentemente muerto, con mi cerebro cargado de adrenalina pensando en opciones tales como “limpiar las vías respiratorias”, “dar “x” número de respiraciones” (ni idea de cuántos), “dar compresiones en el pecho” ( otra vez, ¿cuántos?) “, a las víctimas de ahogamiento hay que ponerles el cuerpo de lado “, la lista seguía y seguía….. Hice todas aquellas cosas, en lo que probablemente era la manera más chapucera y fortuita posible, al mismo tiempo que pensaba, que John no se estaba muriendo, si no que ya estaba muerto. Incluso recé. Me avergüenza admitir, que con un máster en filosofía, con marcado énfasis en el existencialismo, había renunciado a la existencia de Dios allí en la universidad, declarándome atea.

Así que ahí estaba yo, rezándole a un Dios en que no creía, haciéndole la respiración boca a boca a mi hijo frío y azulado, los dos mojados y cubiertos de arena y arañazos sangrientos. No oí ni a la ambulancia, ni las sirenas de los coches de la policía, no levanté ni siquiera la vista para ver dónde estaban mi esposo y mi madre. Yo estaba involucrada en una ardua batalla conmigo misma por haber hecho en algún momento creer a este niño angelical, que no era lo suficientemente bueno tal y como él era.

Me auto castigué por todas y cada una de las miradas decepcionantes que probablemente había dirigido hacia él, desde sus primeras sesiones frustrantes de ABA, a los comportamientos indisciplinados en las tiendas de comestibles, a las rabietas violentas e incontroladas derivadas de reacciones de anti fúngicos, antibacterianos, anti-lo que seas. Yo había sido, supuse, una madre horrible.

De repente, algo paso, no sabemos, la naturaleza dió un paso a continuación (Dios? Suerte? Ciertamente, no era fruto de mis esfuerzos RCP (reanimación cardio pulmonar); los párpados de John se agitaron un poco, tomó un respiro por su cuenta y abrió los ojos. Él me miró distraídamente, gimió y comenzó a mover lentamente su cuerpo. Él estaba vivo. Estaba VIVO!

Yo iba a tener una segunda oportunidad. Una oportunidad para amarlo y aceptarlo, con su autismo severo y todo lo que ello conlleva. Una oportunidad para soportar los enloquecedores rituales de sus terapias, la dieta restrictiva, las rabietas, los golpes, los pellizcos, la risa, y la mirada de absoluta confianza y complicidad, cuando su ojos se encontrarán con los mios. Una oportunidad para demostrarle que no es inherentemente defectuoso, sino que era y es amado incondicionalmente, por encima de todo.

En los días y semanas que siguieron al accidente, yo caminaba en un estado de shock y desesperación. No sólo por permitir caducar mis conocimientos de primeros auxilios y de no permanecer lo suficientemente cerca de John mientras estaba nadando, aun era peor, me sentí como si hubiera traicionado a mi hijo con todos mis locos esfuerzos continuados de “intentar arreglarlo”.

Empecé a preguntarme si esto es lo que “ellos” querrían decir; me puse a pensar seriamente acerca de esa gente por ahí que nos condena por intentar arreglar a nuestros hijos. Tal vez tenían razón a pesar de todo. Tal vez con sólo abarcar el autismo y aceptar a nuestros hijos tal y como son en realidad era el camino a seguir. Seriamente, me pregunté, ¿debo dejar de intentar tratar los problemas médicos de John, ¿debo permitir que sus comportamientos autistas sigan su curso?, ¿debo renunciar a tratar de revertir el daño hecho a su sistema biológico entero? ¿Debo simplemente dejar que él sea como es, y disfrutar de la vida de cualquier manera que pueda? De alguna manera, tomar este camino de repente tuvo sentido para mí. Y sin embargo …

En teoría, supongo que habría hecho un material interesante de mi reflexión durante unas cuantas clases de Ética, pero en realidad, tenía ante mí a un niño que tenía (y tiene) una enfermedad médica. ¿Cómo iba a ignorar todos los resultados de los laboratorios que cubrían mi escritorio y casi todo el disco duro de mi ordenador? – aquellos resultados de las pruebas que mostraban múltiples y graves alergias a ciertos alimentos o los informes impresos en colores que revelaron una larga lista de casi medio folio de parásitos patógenos intestinales al acecho en su tracto gastrointestinal? O las pruebas que indicaban la inflamación intestinal severa y mala absorción de ciertos nutrientes? ¿Se suponía que tenía que hacer caso omiso a todos los síntomas físicos, como las erupciones extrañas y la distensión abdominal que le hacía parecer como si siempre estuviera embarazado de ocho meses?, ¿Y los dolores de cabeza que eran tan fuertes que a menudo lloraba ” cabeza duele ” y se golpeaba con tanta fuerza la cabeza que dejaba abolladuras en la pared?

No, en el caso de mi niño en particular, hacer caso omiso a todos estos problemas médicos simplemente no era en mi opinión, una buena opción. Y además, yo no podía pasar por alto el hecho de que una gran parte de la intervención dietética y nutricional en realidad había ayudado de alguna manera. No, no se recuperó. Ni siquiera estuvo cerca, pero tuve que admitir que estaba un poco mejor que cuando empezamos nuestro viaje biomedicinal; habían desaparecido los años de diarrea incesante (que “casualmente” se inició inmediatamente después de la vacuna triple vírica), gracias a una dieta restringida y suplementos alimenticios. Habían desaparecido las pupilas perpetuamente dilatadas y esas noches horribles llenas de gritos interminables. Habían desaparecido las fiebres de 40º que surgieron de la nada cada dos o tres noches. Habían terminado las horas y los días en los que nos evitaba cuando prefería ir a algún sitio y pasar su tiempo completamente solo en silencio golpeando su cabeza contra la pared. En lugar de esos problemas, ahora John tenía un contacto visual bastante bueno, una pequeña cantidad de palabras espontáneas, un fuerte deseo de socializarse y un sentido del humor en aumento. Pero lo más significativo de todos es que ya no parecía estar en constante dolor físico.

La respuesta fue clara: valió la pena, había sido el camino correcto para este niño en particular; mi hijo.

No puedo predecir el futuro, pero no creo que sea una de esas historias de recuperación milagrosa. Hemos ganado y avanzado pequeños pasos en nuestros intentos de recuperación, pero estamos muy lejos de “esa” línea de meta llamada normalidad. ¿Eso significa que debemos dejar de intentarlo?; Creo que no. Lo que ahora me doy cuenta es que en todos mis intentos frenéticos para resolver los problemas médicos y de comportamiento de John, habían terminado gradualmente pasando por alto una gran parte de la ecuación: su bienestar emocional. También sé que todo el amor y el afecto en el mundo no van a reparar ni su cerebro, ni su intestino inflamado y dañado. Estoy segura ahora, que cuando trato de resolver los problemas médicos que contribuyen a sus problemas de conducta, no quiere decir que no me guste quien es él y quiero que sea otra persona, simplemente, significa que deseo desesperadamente que tenga la vida que originalmente iba a tener, sin todas las condiciones médicas que le están reteniendo y lo que le causa su gran sufrimiento.

Y así, durante estos últimos años, he estado trabajando en descubrir cómo caminar por esa línea muy fina entre la reparación del daño físico y mental de mi hijo, y aún así hacerle saber que él es perfecto para mi, tal y como él es. Todavía como, duermo y respiro tratamientos biomédicos. Todavía investigo y si procede (y es accesible), pruebo muchas de las formas en constante evolución de terapias para él. Y parafraseando las palabras de otro padre en biomedicina:” Si el revolcarse en el estiércol de una vaca ayudará a mi hijo a mejorar, lo haría en un santiamén”; pero lo qué ha cambiado desde el incidente, es un examen de conciencia diferente y valorar cómo cada enfoque afecta directamente a John. En lugar de abordarlo con una feroz determinación de “los expertos dicen que esto funcionará”, estoy más receptiva acerca de cómo cada tratamiento o terapia nueva afecta a como se siente John. Físicamente, sí, pero más importante, emocionalmente y espiritualmente. Y si, eso significa recortar un suplemento que se supone que le ayudará, pero es evidente que lo hace sentir como una mierda, o si significa que pasamos menos tiempo en la lectura de palabras de uso frecuente y un poco más de tiempo riéndonos, entonces que así sea. Simplemente, estoy aprendiendo a hacerme esta pregunta: ¿estoy alejándole, haciéndole sentir más solo e inadaptado, o le estoy ayudando a hacer que se sienta más vinculado a nosotros y a todo el mundo?

Más de tres años y medio han pasado desde que estuvo a punto de ahogarse, y muchos de los detalles de ese día se han borrado de mi memoria, pero recuerdo una cosa segura, y aunque esto parezca tan absolutamente obvio, voy a decirlo de todos modos: yo no (y no querría) quiero que muera. Y aunque una gran parte de la rutina diaria de educar y criar un niño con autismo puede ser inmensamente frustrante y francamente exasperante (y estoy escribiendo esto en un día bueno!), Sigo recordándome a mí misma que debo dejar de centrarme en el futuro y mi anhelo desesperado por una eventual recuperación de John, estoy aprendiendo a centrarme en las experiencias que estamos compartiendo juntos. Y quizás la próxima vez, no hará falta un accidente casi fatal para que preste atención a lo que es realmente importante: MI HIJO. Sea o no que alguna vez lleguemos a esa meta difícil de alcanzar de la recuperación del autismo, espero que al final pueda decir que pasé los minutos, las horas y los días disfrutando de mi hijo tal y como es ahora. Creo que estamos en una carrera de fondo y vamos a seguir dando tumbos, a veces cayendo y a veces perdiéndonos en este camino hacia la recuperación. Sólo que ahora, me aseguro de no olvidarme de parar, admirar y disfrutar de algunos de los paisajes del camino.

martes, 9 de octubre de 2012

No sin mis amigas¡




Algunas veces,cuando tenemos tiempo,me gusta que vengan amigos de mis hijos a comer o jugar a casa...a ellos les encanta tenerlos aquí.Santi disfruta enseñando sus juguetes,su habitación,compartiendo rato con ellos en su entorno,como cualquier niño.Y para Natalia és una oportunidad muy buena para afianzar lazos con ellos porque he podido apreciar que el hecho de estar con ellos en un entorno que és suyo,en su casa,le da una especie de  seguridad y hace que tenga muchos acercamientos para participar en juegos compartidos.
El caso és que aunque Natalia disfruta de tener a sus amigas en casa,nunca habia pedido que vinieran...ella se alegra cuando vienen y sí habia hecho ademanes de irse ella a casa de sus compis de clase (tambien lo hacemos al revés,igual que amigos vienen,ellos van a sus casas),pero hasta ahora no había reclamado el que ninguna viniera con nosotros,las cosas como son.
Un lunes,Santi se trajo un amigo a comer a la salida del cole y yo salí hablando con una mami de clase de Natalia y al separarnos,Noa (la nena de su clase) quiso venirse tambien con nosotros,así que le pedí a la madre que me la dejara llevar a casa...y Natalia y Noa se vinieron de la mano contentísimas las dos.Se lo pasaron genial jugando en casa y pasaron un rato muy divertido.
Dos dias más tarde,volviamos a salir la mamá de Noa y yo hablando y al llegar a la esquina donde nos separamos,Noa volvió a insistir en venirse pero su mami le dijo que tantos dias seguidos no podia ser,que otro dia volvía a venirse que si no se acostumbraba y no podia ser...a todo esto,Natalia miraba a Noa y a su mami.
Nos dijimos adios y cruzamos la calle y Noa y su mami entraron en el supermercado un momento...de repente,Natalia se para,mira para atrás y observa como entran.

-Noa...Noa...Noa,ven¡¡¡¡¡ -empieza a gritar.

Yo la miro alucinada porque pocas veces la he oido gritar a una de sus amigas con esas ganas.

-Cariño,Noa se va a comprar con su mami y nosotros vamos a comer a casa.-le digo para que se calme y seguimos caminando.Yo casi la arrastro de la mano pero ella sigue mirando para atrás.

-Noa,ven¡....Noa...orre¡¡(corre)-pobreta,mediolloriqueando le grita a su amiga que corra porque ve que nos estamos alejando.

Sigo alucinando y he de reconocer que siento por el cuerpo un orgullo inmenso de ver los lazos que mi hija ha hecho con esas encantadoras niñas de su clase que tanto cariño le han demostrado tener a Natalia desde que se conocieron en p-3.
Y así llegamos a casa,con Natalia llamando todavía a su amiga y haciendo muestras de cuanto,cuantísimo la quiere...
Y esto demuestra una vez más los beneficios de la inclusión...la amistad no conoce barreras,no hace diferencias a la diferencia...cuando hay amistad verdadera,todos somos iguales con nuestras diferencias...y para que un niño aprendo esto,és imprescindible que exista una  INCLUSIÓN EDUCATIVA Y SOCIAL real...nuestros hijos sin ella estarán perdidos en una sociedad injusta que los separa de la llamada "normalidad".Una normalidad que desgraciadamente hoy dia deja mucho que desear...ojalá niños como Noa y muchos más que están creciendo en inclusión gracias  a la lucha que tenemos muchas familias para que se respete el derecho de los niños TEA a estar en una escuela ordinaria con soportes educativos adaptados a sus necesidades (como marca la ley que nuestros politicos firman y no cumplen),nos den lecciones el dia de mañana y ellos con su experencia hagan un futuro mejor para todos..donde la INCLUSION sea una REALIDAD por fin...y que las familias de niños NEE puedan dejar de luchar de una vez por todas por algo que és vergonzoso que tengamos que seguir luchando y que deberia ser,simplemente ser YA: EL RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD,que nos guste o no,en España no se está respetando,en España,las personas con discapacidad ven pisoteados sus derechos y su dignidad por un sistema politico que los hace ciudadanos de tercera.
VERGONZOSO.

GRACIAS,NOA....GRACIAS A TI Y A TODAS LAS FAMILIAS DE LA CLASE DE P5 DEL COLEGIO DE MIS HIJOS...


Mientras los que hacen las leyes y los que deben cumplirlas nos ponen barreras,otros nos dan la mano y nos ayudan a saltarlas...Natalia no está sola,afortunadamente,cada vez son más los que la quieren y más los que lucharan por sus derechos,porque sus derechos son los derechos de todos.

lunes, 8 de octubre de 2012

TENER UN HIJO CON AUTISMO... SIGNIFICA....


Tener un niño con autismo significa temer por su porvenir, cada minuto de cada día, y pensar siempre en hacer que avance, que progrese, que gane en autonomía.

También significa protegerle, intentar evitar los sufrimientos. Supone soportar los arrebatos de ira, las noches en blanco, las estereotipias, los problemas de comprensión...

Pero las familias tienen tanta motivación y tantas ganas de encontrarse, intercambiar, luchar juntos, que acabaremos logrando verdaderos derechos para nuestros niños y los adultos en los que se convertirán.

Lo que son: niños llenos de vida...

Momentos de felicidad, esas familias excepcionales tienen infinidad de ellos, y saborean cada pequeño avance, cada frase elaborada, cada mirada directa en los ojos, cada gestión de la frustración, cada intento de comunicación de sus hijos es un momento más de felicidad.

Tener autismo no impide ser tierno, inteligente, gracioso, cómplice con las personas cercanas y ¡dar a los padres un montón de razones de estar orgulloso y loco por su hijo! Los momentos de verdadera complicidad son momentos de magia: mimos antes de dormir, peleas en la cama de los padres, ataques de risas, partidas de escondites, paseos cogidos de la mano...

No podemos desanimarnos por el hecho de que los aprendizajes para los niños con Autismo sean muy largos. Al cabo del camino, a base de paciencia y perseverancia, nuestros niños logran proezas que ni imaginábamos que pudieran alcanzar en un principio. Son niños extraordinarios.



Texto obtenido de: http://blog.hoptoys.es/index.php?post/2010/04/13/101-autismo-retratos-cruzados

martes, 2 de octubre de 2012

No hay mal que por bien no venga



Recojo a los peques del cole y vamos a casa  a comer.Nada más entrar leo su agenda viajera para ver qué ha hecho en el cole y así,al sentarnos en la mesa,poder preguntarle cositas y así ayudarla a evocar momentos vividos durante la mañana y aprender poco a poco a que pueda contarmelos ella sola...cosa que hasta ahora nunca ha hecho...evidentemente por sus problemas de comunicación.
Leo que los padrinos del cole (los nenes grandes apadrinan a los peques y de vez en cuando los juntan para hacer alguna actividad juntos)han venido a visitarlos y que Natalia se ha puesto contenta y ha reconocido a Naiara,su madrina.Que han hecho una foto y que ha costado un poco porque no paraba quieta...

-Que bien,Natalia,has visto a la Naiara?-le digo mientras comemos.

Ella me mira y se pone la mano tras el hombro y empieza a gritar.pupa,pupa¡

-Pupa,cariño? Te hace pupa?

Sigue insistiendo y me tapa la boca mientras yo le explico cosas de lo que ha hecho en el cole...

-Puuuupa¡¡¡¡-se da unos cuantos golpecitos detrás del hombro,coge mi mano y se la pone allí- puuuupa...pegar¡pegar¡

Yo alucino,claro...lo de pupa sí que ha empezado a decirlo cuando algo le duele,pero...pegar? Nunca ha utilizado esa palabra,és la primera vez que se la oigo.Empiezo a sospechar que no se refiere a que le duele en ese momento,si no que pretende contarme algo...
A las 3,al llevarla de vuelta al cole se lo digo a una de las maestras,que me consulte con su tutora si algun nene le ha podido pegar esta mañana.A las 5,a la salida,esa misma maestra me lo confirma.Un nene de su clase,sin querer (eso sí,no fue con mala intención,lo dejo claro,estaban jugando),le dió un golpe en la espalda y la hizo llorar.
Y Natalia me lo estaba contando¡¡¡¡
Para cualquier niño,como siempre digo,esta anecdota puede parecer de lo mas normal,pero para mi...que Natalia haya compartido un recuerdo conmigo...sé que queda feo decir esto,por supuesto no me alegro de que le hayan pegado,pero...ufff,nos ha costado tanto conseguir vivir un momento así,que...bueno,las mamis de niños con TEA me entendereis...pues que no hay mal que por bien no venga¡
Para mi no ha sido solo una anecdota,ha sido un nuevo logro de mi princesa...su lucha da sus frutos,son horas y horas,semanas,meses de trabajo para conseguir estos "pequeños detalles",pero madre mia...que grandes son¡¡

RECUERDA SIEMPRE QUE...

RECUERDA SIEMPRE QUE...