Tener un hijo con autismo puede hacerte sentir cosas que nunca hubieras imaginado.
Puedes llegar a tener momentos de alegría y momentos de desesperación que nunca hubieras pensado que tendrías. Puedes sentirte distraído, incapaz de concentrarte, tu trabajo y tu carrera se pueden resentir. Puede que llegues a vivir en tu propia carne lo que es ser privado de sueño y pasar muchas noches en vela.
Llegar a saber lo que significa sentir desesperación y tristeza de una manera que nadie puede imaginar. A veces se puede sentir a la vez tristeza y felicidad en un mismo día, en la misma hora, en el mismo minuto.
Puedes gastar mucho dinero sin mirar la cantidad, para probar cualquier nuevo tratamiento, médico, especialista, o terapia, sin saber si valen o no la pena.
Puedes llegar a verte haciendo cosas de las que te hubieras sorprendido antes de que tu hijo fuese diagnosticado. Puedes encontrarte probando cosas que desafían la lógica y sin fundamento médico. Puedes escuchar historias inverosímiles, anecdóticas y pensar en hacerlas simplemente por ver si le van a funcionar y van a sacar a tu hijo del AUTISMO.
Puedes muchas veces soñar que su hijo te está hablando con un lenguaje complejo y diciéndote frases coherentes como cualquier otro niño de su edad, y de repente despertar de ese sueño y creer durante unos segundos que era real.
Puedes llegar a sentir una gran tristeza porque tu hijo está llorando y tu presencia no le consuela. Ese dolor que sientes puede llegar a ser insoportable cuando tu hijo se golpea, se muerde en el brazo o la mano y no tienes forma de evitarlo.
De igual forma puedes llegar a sentir una gran alegría cuando tu hijo espontáneamente te llama mamá o papá y te mira a los ojos. Puedes sentirte inmensamente orgulloso cuando tu hijo tenga cualquier avance en su aprendizaje por pequeño que este sea, como ir al baño sin ayuda, beber de una taza, dormir durante unas horas seguidas sin despertar se, probar una comida nueva o simplemente reconocer tu presencia.
Puedes llegar a llorar de felicidad cuando diga una palabra, cualquier palabra, incluso si eres la única persona que puede entender lo que dice.
Aprenderás a saber lo que es apreciar las cosas comunes y sencillas, como que te mire a los ojos, que entienda el significado de la palabra "yo", "tu", que te de un abrazo espontáneo, que pronuncie una palabra, o te regale una sonrisa.
Sentirás un inmenso amor por tu hijo cuando sale de su mundo para entrar en el tuyo, o de igual forma, cuando tu puedes penetrar en el suyo.
Sabrás lo que es amar incondicionalmente y entenderás lo que realmente significa.
Ariane Zurcher
FUENTE:Facebook-ASPAU
Por vezes fico a pensar se os heróis são as crianças ou os seus pais que os amam sem medida...
ResponderEliminarValoras realmente lo importante, una mirada, una caricia, una sonrisa, un abrazo, un beso,... No quiere juguetes, no tiene ninguno preferido. Mi hija no habla, no sé si lo hará algún día, pero somos felices; está aquí.
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