(Adaptación de un texto de Kathy Winters)
Soy un niño al que ves bien y con buena salud, nací con 10 dedos en las manos y en los pies como cualquier otro, pero con alguna diferencia en algún lugar de mi mente, que nadie sabe todavía lo que es…
Soy un niño que tiene problemas en la escuela, a pesar de que soy inteligente, me dicen que soy perezoso, y que no soy capaz de aprender si no es con recompensas.
Soy un niño al que puede molestarle la ropa, las texturas distintas sobre la piel, me puedo sobresaltar con algunos sonidos, no soy capaz de procesar algunos olores y sabores, por lo que voy a ser muy selectivo con los alimentos.
Soy un niño que no puede coger o lanzar una pelota tan fácilmente como tú y que anda de forma extraña. Soy el último en ser elegido en un equipo y me impaciento al estar allí y tener que esperar.
Soy un niño con quien nadie quiere jugar, no entiendo bien las bromas… intento encajar pero a veces no lo consigo.
Soy un niño que puede tener rabietas y temores sobre las cosas más insignificantes y triviales.
Es difícil adivinar cuando se me apodera el miedo en mi interior, en esta situaciones, soy el niño que se agita y retuerce, aunque me digan una y otra vez que debo estar quieto y ser bueno.
¿Realmente piensas que yo elijo llegar a esta situación y ponerme fuera de control?, ojalá pudiera evitarlo…
Soy un niño que necesita ser amado, aceptado y valorado, y que generalmente se me entiende mal.
Soy un niño diferente, sí, pero no menos.
Fuente:ASPAU-FACEBOOK
Sigo asíduamente este blog Cristina. Admiro tu entrega, capacidad y amor de madre. Tus aportaciones, siempre interesantísimas. Considero que somos unas familias privilegiadas para que Dios nos haya escogido para enviarnos estos encantadores ángeles, que son nuestros hijos.
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