Ayer leí una entrada en el blog de Fernando,el papá de Cristina,que me gustó mucho,porque explica de manera clara y sencilla como puede sentirse una persona con autismo en su dia a dia,frente a los cambios de rutinas,eso que tan poco toleran nuestros hijos y que a muchas personas les cuesta entender.
Os copio la entrada íntegra de Fernando para que podais leerla.En el lugar de Cristina
Una de los síntomas de las personas con autismo es lo mal que llevan que se les modifique su entorno o rutinas diarias. Para ayudarles se utilizan secuencias de pictogramas para explicar lo que va a ocurrir en ese día.
Yo conozco esta teoría y muchas veces se la aplicamos a Cristina. Pero cuando realmente se comprende es cuando uno mismo sufre un cambio en sus rutinas diarias.
La semana pasada se presentó un informático en mi lugar trabajo muy amablemente me comunicó que me iban a cambiar mi programa de correo electrónico. Me iba a quitar mi viejo programa -que yo tenia completamente dominado- por otro mucho más nuevo y mejor.
Finalizado el cambio comenzaron mis problemas, de repente no sabía ni por dónde me andaba y absolutamente todo me parecía extraño. Ni siquiera su nombre (Thunderbird) me parecía bien. Mi desconcierto era absoluto y eso que únicamente me habían cambiado un programa. Finalmente con un poco de paciencia la situación se fue normalizando.
Los niños con autismo tampoco son capaces de ponerse en el lugar del otro, por eso está bien que por un tiempo nosotros sí nos pongamos en su lugar para comprenderles mejor.
Yo conozco esta teoría y muchas veces se la aplicamos a Cristina. Pero cuando realmente se comprende es cuando uno mismo sufre un cambio en sus rutinas diarias.
La semana pasada se presentó un informático en mi lugar trabajo muy amablemente me comunicó que me iban a cambiar mi programa de correo electrónico. Me iba a quitar mi viejo programa -que yo tenia completamente dominado- por otro mucho más nuevo y mejor.
Finalizado el cambio comenzaron mis problemas, de repente no sabía ni por dónde me andaba y absolutamente todo me parecía extraño. Ni siquiera su nombre (Thunderbird) me parecía bien. Mi desconcierto era absoluto y eso que únicamente me habían cambiado un programa. Finalmente con un poco de paciencia la situación se fue normalizando.
Los niños con autismo tampoco son capaces de ponerse en el lugar del otro, por eso está bien que por un tiempo nosotros sí nos pongamos en su lugar para comprenderles mejor.
Que bueno el ejemplo que expones.
ResponderEliminarEllos no son tan distintos como la gente cree. Simplemente tienen un sistema distinto de recepcion.
Yo mismo me vuelvo loco cuando algo rutinario cambia su sistema. Ademas, ya me gustaria tener la inteligencia de muchos de ellos.
Un abrazo Cristina.
Besitos a la mas bella princesa de las alas rosas.
Ricard
Recuerdo hace muchos años atrás: se informatizaba todo en el trabajo, venían las computadoras! ahhh Cris, mi miedo, desconcierto, te aseguro que el terror se apoderó de mi. Veía a mis compañeros como si nada. Supuse, es producto de la fobia que me acompaña desde niña.
ResponderEliminarResultó que a muchos le sucedió lo mismo.
¿Cómo no comprender a los niños con autismo?, el ejemplo de Fernando es excelente! creo que si todos nos ponemos a pensar en nuestras vivencias, encontraremos similitudes. Al menos yo las tengo. El psiquiatra me recomendó, años atrás, seguir caminos diferentes al ir y venir del trabajo, porque era una especie de robot.
Besitos a los dos preciosos :)
Excelente, un ejemplo por demás pedagógico!
ResponderEliminarUn Besito marino
Una muy buena reflexión, Cristina. Un abrazo para tí, tus príncipes y tu esposo :-)
ResponderEliminarMuy linda la entrada de Fernando creo que todos tenemos una rutina y cuesta cambiar al menos a mi, besitos a la princesita
ResponderEliminarMuy buen ejemplo, es bueno ponerse en el zapato de nuestros niños para entenderlos.
ResponderEliminarCari¤os,
Rosio